Alguien que te quiera.
Narro yo.
Mi corazon latía muy rapido. Rodaba mi celular entre las manos. Luciana me miraba a la expectativa. Era el día y el momento.
-Te apoyo en cualquier decisión que hallas tomado o que vallas a tomar pero dime que pasa.
-Terminaré con Joe, en unos- miré mi reloj- 30 minutos. Dije ironica. Ella no aguanto soltar una carcajada. La mire, no muy linda que digamos.
-Ok ya, em que te digo, creo que te demoraste mucho para hacerlo, pero lo importante esque lo vas a hacer, sabes que es lo mejor que puedes hacer. Lo sabes cierto?
-Si, estoy jugando con fuego, no puedo seguir con esto, amar a Nick y fingir que amo a Joe.
-Adelante- dijo mirando mi telefono y luego me miro a los ojos.
Marqué su numero rapido movía mis piernas de manera insistente
-Preciosa, que feliz me pone esta llamada. Quiero contarte como me fue en la clase.
-Em hola Joe. Emm si que bueno.
-Paso por ti? Tengo la tarde libre y mañana entro como a las 10.
-Si, te espero en unos
-2 minutos. Te amo
-Em ok te espero. Colgó
-Fue inebitable escuchar todo. Dijo Lucy con una mueca. Yo reí bajito, alisté mi bolso, y sonó el timbre. Nos paramos mi mejor amiga y yo a la misma vez ella me abrazó fuerte .
Todo saldrá bien. Todo saldrá bien, me repetía mientras bajaba las escaleras. En la puerta mande un mensaje a Nick lo mas rapido posible.
-Hoy lo haré, estoy decidida. Nos vemos pronto
-Sabes donde estaré preeciosa.
Tomé mi abrigo rojo. Y abrí la puerta. Joe me esperaba con su mejor sonrisa, me abrazó fuerte y me besó la punta de la nariz, di gracios a Dios por que no me beso en la boca.
-Vamos a un café, dijo arrancando el carro.
-Si está bien. En mi cabeza planeaba cada palabra de lo iba a decir, no podía sospechar que veia a alguien más o que se enterara de lo de Nick.
Se lo diría pero cada cosa tiene su tiempo.
El hablaba y hablaba yo escuchaba y fingia sonrisas.
Estabamos cerca al Starbucks del Central Park.
-Para en carro porfavor. Dije casi gritando. se parqueo a una orilla
-Tenemos que hablar. Dije seria mirando algun punto de su cara menos sus ojos.
-Joe, yo, em nose como decirlo, nuestra relación no da para más, em yo. En estos días me he dado cuenta que, em no soy la mujer para ti, yo te quiero pero no como mi novio, se que esto va a sonar repetido pero te quiero como un amigo. No podemos seguir juntos. Lo siento.
-Isa... no se que decir. Yo, no quiero que terminemos, si el problema soy yo puedo cambiar pero yo te amo y haré lo que sea por que estes conmigo dame una oportunidad. Te lo ruego dijo tomando mi mano. La retiré suavemente.
-No estamos hechos para estar juntos, lo siento, no puedo devolverte el amor que me estas dando. Lo siento.
-No no, el que me das es el justo, todo está perfecto. Isabella no hagas esto porfavor, dijo con sus ojos apunto de estallar en llanto.
-Necesitas a alguien que te quiera, yo no soy esa persona. Estaba a punto de bajarme de carro.
-Es otra persona cierto? Maldecí en mi interior.
-Joe, dejemos las cosas como si nada hubiera pasado los ultimos meses. Podemos continuar siendo amigos.
-Dime que te enamoraste de otra persona, dimelo Isabella dijo gritando y sacando algunas lagrimas.
-Eres imposible. Intente ser lo hacerlo menos duro pero tu lo haces imposible.
-Digas lo que digas perder a la mujer que amo, a la persona que más amo en la vida, eso no es tan lindo, sabes. Dijo mirandome a los ojos con una mirada de tristeza que permitio escapar algunas lagrimas mias.
-Joe,
-Vete, cada palabra tuya me esta matando dijo mirando al frente.
-Lo siento
-Eso no cambia nada.
Sali del carro, no se si arrancó, si que se quedó ahi. No sentí ningun ruido. Por un momento New York se quedo callado, por lo menos para mi. Camine recto, pero la hermosa lluvia -inorica- me empapó toda.
-Mier**. Maldecí. Luego vi ese hermoso carro. Que nunca olvidaria, ese hermoso deportivo. Luego lo vi acercandose a mi unos 20 metros nos separaban. El caminaba rapido, luego trotaba. Llegó a mi lado, me hacia una media sonrisa, su camisa estaba pegada a su perfecto abdomen marcado. Me abrazó. Como si fuera el ultimo día de nuetras vidas. Nos separamos unos segundos para juntar nuestras frentes y darnos el beso más hermoso de todos. Fuego artificiales senti explotando en mi corazón.
-Mia, dijo susurrando en mis labios.
-Hasta la muerte.
Nos besamos por casi 5 minutos. Hasta que un fuerte ruido nos sacó de nuestra burbuja de felicidad.
-Dios mio, dijo Nick mirando el lugar de donde provenía ese sonido.
-Es el carro de Joe, dije corriendo.
-Llama a Emergencias que traigan una ambulancia.
El carro estaba estrellado por delante frente a un carro que estaba parqueado, el daño del carro era grande pero el de Joe no sabíamos.
-Buenas tardes, señora hubo un accidente en la avenida ljdlslskjdslajd.
Porfavor venga rapido dije desesperada, Nick se acercaba al carro.
Al minuto llego una ambulancia, Joe estaba en estado no despierto no inconciente estaba como zombie.
-Joe responde.
-Yo voy con el dije subiendome a la ambulancia, Nick me retuvo del brazo.
Solo bastó una mirada para que me soltara. Los doctores hablaban cosas que no entendía yo solo me concentraba en su cara. Me sentia la persona más culpable de todas. Parpadeó rápido.
-Joe me escuchas por favor, respondeme- dije tomando su mano. No lo amaba pero era mi amigo desde la infancia y estaba preocupada.
-No me toques, Isabella. Dijo quitando su mano y mirandome con asco. Luego se dedicó a responder algunas cosas a los medicos.
Llegamos al hospital. Bajé, Nick nos seguía en su carro.
-Como está?
-Molesto. Dije poniendo la cabeza sobre mis manos.
-Tranquila corazon.
-Pero asi no estaba no se porque de un momento a otro se puso asi.
*
-No fue nada grave. Todos dimos un suspiro de alivio.
-Gracias a Dios dijo Pattie.
-Podemos pasar a verlo?- dijo Richard
-Si en unos minutos. Ya terminamos los examenes matutinos saldrá esta tarde.
-Cariño, estas toda mojada, y Nick tu tambien. Nos miró confundida.
-Em si es que- dijo Nick rascando su nuca.
-Estaba lloviendo cuando nos enteramos.
-Ah ok, nos sonrio calidamente.
-Pueden pasar señores, luego la novia. Nick fulmino al doctor y bufó.
Yo reí en mi interior. Pattie y Richard salieron.
-Entra cariño. Me dijo Pattie como siempre tan calida.
-Si señora.
Pasé y abrí la puerta. El estaba sentado con una venda en la cabeza y una curita un poco más arriba de la ceja izquierda.
-Toc toc, puedo?
El bufó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario