miércoles, 28 de marzo de 2012

CAPÍTULO NÚMERO 38.

Agua
Narra Isabella

-Deja tantos rodeos Isabella, habla ya- suplicó Danielle
-Si no hablas aquí habra sangre- Luciana siempre con un comentario fuera de contexto.
-Isa, cuentanos- dijo emocionada Mel.
-Chicas -tomé aire, peor fue más para asustarlas-volví con Nick- en seguida cojí dos almohadas y me tapé la cara de vergüenza pues comenzarian a molestarme y a hacerme preguntas.
Gritaron, como si estuvieran viendo a su ídolo, como su un dragón de 7 cabezas las persiguieron. Gritaron y gritaron.
Todas preguntaban cosas a la misma vez, lo siento, gritaban las preguntas en mi cara. Mis oidos aturdidos me pedían silencio, los gritos retumbaban dentro de la casa vacía. El ego sonaba en mi cabeza que estaba apunto de explotar.
-YA!- grité quitandome las almohadas y señalandolas con mi dedo. Se sentaron como niñas pequeñas delante de mi esperando la historia.
-Se calman las 3- hable seriamente pero una carcajada estaba a punto de salir de mi boca, era las más normal de las tres, de esas tres locas escapadas del manicomio.
-Cuenta todo ya- soltó Danielle con una sonrisa de oreja a oreja.
-No más gritos, me dejaron doliendo la cabeza- al final mi cacajada salió.
-Ya Isabella, cuentanos todos exactamente como pasó- habló Mel.
-Ayer en la tarde cuando ustedes salieron-les conté la historia una, dos, cinco veces, cada vez más gráfica.
-Que feliz me siento por ti- Melissa se lanzó en un abrazo del cual se unieron Lu y Dani.
-Necesito un novio- ya sabrán quien dijo este comentario loco.
Nos quedamos haciendonos la manicura y la pedicura y nos hicimos mascarillas como cualquier grupo de amigas de 17 años. Melissa, que es la mayor de todas, quedó profundamente dormida, así todas fueron callendo una a una. Pero yo seguía despierta, pues no podía cerrar los ojos, tenía mucho sueño pero algo no me dejaba dormir.
Duré casi una hora pensando e inventandome cosas en mi cabeza.
-One day when the skies are falling i'll be standing right next to you- sonó mi celular, había llegado un mensaje.
-Un mensaje nuevo de : Nick Evans <3- sonreí al recordar cuando guardé su numero en mi celular, puse un corazón. Abrí un poco emocionada el mensaje.
-Tampoco he podido dormir, te espero hoy a las 9 cerca de las caballerizas.
Me limité a mandar un simple -Ok :)- no recibí un mensaje de vuelta. Así que decidí dormir, el sentimiento de incertidumbre se había ido asi que podía dormir tranquila. Puse rápido una alarma a las 8 de la mañana, miré el reloj,me quedaban 6 horas para dormir. Despues de eso no recuerdo más.
-Tiri tiri.- gritó el celular. El día no estaba tan soleado. Callada alisté la ropa y me bañé. Salí con las sandalias en las manos. Tomé una tostada con jugo de naranja rápido. Eran las 8:45 así que me calmé. Cepille mi cabello y mis dientes, tomé mi celular y le descargué varias apllicaciones, me confie de los 15 minutos que tenía. Volví a mirar mi reloj, eran las 9:10 Mi*rd*.
Corrí a las cabellerizas, no había ni una señal de Nick, suspiré fuerte, quizás pensó que lo dejé plantado.

-15 minutos de retraso, quiero recuperar mucho tiempo perdido. Pasó sus manos por mis hombros y me fue guiando al bosque.
Entrelazabamos nuestras manos, ibamos hablando. Automaticamente el volumen de nuestras voces aumentaba, nos acercabamos a una cascada y el sonido era ya fuerte.
-Wow- cuando volteé a verlo ya estaba quitandose la camisa quedando solo en pantaloneta de baño. Me senté en una piedra viendo su perfecto cuerpo, viendo como se desapuntaba las converse haciendo un poco de fuerza tallando los musculos de sus brazos, mordí mi labio inferior.
-¿No piensas quitarte tu bata?- me miró divertido.
-No traje vestido de baño- mentí. Tenía vergüenza.
-No sabes mentir preciosa- se acerco y lo que parecía un abrazo terminó siendo una estrategia para desapuntarme la cremallera de la espalda, el vestido calló al piso.
-Nick- grité
-Vamos, eres perfecta.
-No lo soy.
-Lo eres para mi.
-Debería ejercitar- dije mirando mi abdomen desde arriba.
-Isabella, me dijo Nick serio. La verdad fue un comentario sin mucho sentido.
-Lo siento, no es cierto.
-Eso espero. Subimos hasta la punta más alta.
-Uno dos-
-No no no espera- lo interrumpí. Apretó mi mano.
-Uno dos tres- contó rápido para que no tuviera forma de interrumpirlo.

Grité hasta que tocamos el agua.
-Increible- grité. Nick rió fuertemente. Nadé hacia la orilla, quería volver a lanzarme.
-Espera. Rió fuerte desde el agua. Por un momento paré y desde casi la mitad de la pequeña montaña, vi lo que pasaba, asimilé todo esto ¿En serio estaba pasando? En el fondo de mis pensamientos se escuchaba el sonido sordo de los pajaros de colores, que restaban en las copas de los arboles, perfectamente puestos alrededor de esta cascada llena de flores, no era coincidencia, subí mi mirada al cielo ya despejado todo, el sol casi en el centro me indicó que eran casi las 10 de la mañana, ni una nube. Agradecí a lo que sea que estuviera allá en el cielo, agradecí que Nick estubiera saliendo del agua acercandose a mi.
-¿En que piensas?
-Te amo. Fue lo único que supe decir. Se dedicó a sonreir y plantar sus labios rápido sobre los mios.
Me tomó de la mano guiandome hasta la punta. Mordí mis labios la vista toda verde, hermosa, colorida, amaba Atlanta.
-Tengo la mejor vista desde acá.
-Yo tambien tengo la mejor vista. Voltié a verlo, me miraba fijamente. No pude hacer nada, abrí la boca pero no salió palabra de ella, mis ojos se llenaron de una capa fina de lagrimas. No podía expresar la felicidad de este momento.
-No llores. Con besos secó mis lagrimas.
-Esque estoy tan feliz.

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