domingo, 15 de abril de 2012

CAPÍTULO NÚMERO 41.

We almost kissed
[Narra Isabella]

Lágrimas inundaron mis ojos, mi velocidad era más de 80 k/h. No sabía exactamente que sentía en este instante. Llegué a la cafetería y me bajé. Llovía a cántaros así que me mojé demasiado del parqueadero a la puerta, las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia, hoy era domingo así que no habían personas, Liam estaba limpiando algunas mesas toqué desesperada la puerta hasta que el me vió confundido y salió hacia mi, abrió la puerta, fue cuestión de segundos pero yo ya estaba empapada, solo quería un abrazo, sin dudarlo me lancé a sus brazos. El me devolvió el abrazo y acarició mi cabello.
-Todo está bien- susurró, pero no, nada estaba bien. Me ataqué a llorar más fuerte, el me apretó fuerte a su pecho.
-Liam- dije con voz débil.
-Tranquila princesa- llevó su dedo índice a mis labios. Dejé caer mi cabeza sobre su pecho nos sentamos en una esquina, mientras le contaba que estaba pasando, el acariciaba mi cabello y me escuchaba con mucha atención, estaba más calmada.
-Gracias- dije poniendome recta y dándome cuenta de que la distancia que estaba separando nuestros labios. Desde aquí pude sentir su delicioso aroma, intenté sacudir mis pensamientos
-¿Por qué?
-Pués por escucharme, por cuidarme, por preocuparte, por prestarme esta manta- los dos reímos- pero sobre todo- hice una pausa acercándose un centímetro más mi- Por estar siempre aquí. Escasos 10 centímetros nos separaban. Yo miraba sus ojos, el miraba mis labios.
Un golpé en la puerta me despertó y me separé rápido de el.
Nick se acercaba con los puños apretados dirigiendose son fuerza hacia la esquina. Me paré como un resorte deteniendo cualquier error.
-Nick, amor cálmate.
-¿Como quieres que me calme si se iban a besar?
-Nicholas, no nos ibamos a besar.
-Estuviste a punto- creo que lo había distraído de su objetivo, que era Liam pues de hecho no era su culpa.
-Nick, tu sabes a quien es el que quiero, tu sabes a quien mis ojos solo miran.
-Estoy harto de toda esta joda Isabella.
-¿Ahora me dices que nosotros somo una 'joda'? Perfecto pues acabemos con esta joda. Caminé con rabia hacia la puerta, Nick tomó su suave mano con la mía.
-No te quiero volver a perder, y si te vas a ir dime que hacer por que yo no veo mi futuro sin ti. Me lancé a sus brazos, cada unos de sus músculos encajaban a la perfección con mis delgados brazos.
-No me iré- susurré en su pecho.
Por el rabillo del ojo vi a Liam que iba de espaldas llendo a la cocina mirando al suelo con las manos en los bolsillos, sentí pena, quería abrazarlo, pero no quería el show de Nick así que me dejé guiar hasta el carro. Tuve suerte de haberlo detenido, no me perdonaría que le hubiera hecho algo a Liam, este chico Payne que tenía claro que quería como un amigo, pero el sentimiento no era mutuo.
Recosté mi cabeza al vidrio y veía las gotas caer afuera, me pasó un escalofrío pues aún estaba mojada, sin parar Nick se quitó su chaqueta y me la puso encima, tomó mi mano y la besó delicadamente, no reaccioné, me miró extrañado pero volvió su mirada adelante.
-Luciana me llamó, preocupaba y dijo que-
-¡Mi carro!- lo interrumpí sobresaltada.
-¿Lo dejaste en un parqueadero?- asentí.
-Entonces lo recogemos mañana.
-Ok, gracias- volví a mi postura inicial.
-Volviendo al tema-insistió-¿Que pasó? ¿Era eso lo que me avisaba Lu? ¿Que te ibas a besar con Liam, o en realidad era otra cosa?- Lo fulminé y volví mi mirada a las gotas de agua en la ventana, el tema de Liam estaba fuera de contexto.
-Princesa, sabes a lo que me refiero ¿Que pasaba cuando saliste de casa en tu coche y Luciana me llamó preocupada?- lo miré no muy segura de lo ue iba a decir.
-Joe y Luciana, se casi besaron cuando yo estaba en el hospital- Me retorcí al tan solo recordarlo.
-¿Cuando Joe era tu novio?- ahora el que se retorcía al recuerdo era el.
-¿Por qué ahora? ¿Por qué?
-Yo no tengo esa respuesta, debes preguntarle a Luciana, o a Joe.
-Darle tiempo al tiempo, no quiero hablar con ellos.
-Amor, nosotros hicimos lo mismo. Quedé congelada en el asiento. Me callé no quiería hablar con Nick, que al parece está defendiendo a su hermano, que casi se besa con mi mejor amiga. ¡Hagamos fiesta entonces!
Llegamos a la casa, me bajé rápido abrí la puerta y como alma que lleva el viento subí las escaleras. Escuché como Luciana repetía mi nombre pero con ella era con la persona que menos quería hablar, sentía traicionada.
Los cuchicheos de la sala se escuchaban, creo que era mi mamá.
Sentí un ruido en mi ventana, y como en los viejos tiempos Joe estaba montado en el árbol, esperando que abriera.

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