domingo, 1 de abril de 2012

CAPÍTULO NÚMERO 39.

Es un hasta luego
[Narra Joe]

Después de una semana llena de caricias y besuqueos por parte de la parejita, le diríamos adiós a Atlanta, no uno permanente. Todos habíamos bautizado esta ciudad una ciudad mágica y muy propicia para milagros.
-Los extrañaremos mucho- Martha nos abrazó.
-Nosotros a ustedes- respodió Nicholas.
Así estubimos casi media hora despidiendonos. Me monté a mi camioneta. Nick e Isabella me siguieron tomados de la mano, despues de casi 4 meses luchando, estaban juntos.

Seis meses despues.

-Me quedan solo dos semestres para terminar la academia- dijo emocionada pero a la misma vez nostalgica.
-¿Estás pensando en hacer algo despues de la academia?
-¿A qué te refieres Joe?
-No sé, quizás estudiar, viajar ¿A que te dedicarás?
Sus ojos quedaron en blanco, soltó tu taza de café y se sentó en el sofá viendo directamente a una esquina.
-No tienes que decidirlo ahora, seguro te harán muchas ofertas- intenté reparar mi comentario.
-No, esque tienes razón ¿¡Qué haré después de la Academia!?- gritó casi llorando. Acurrucó sus rodillas y se dejó llevar a mi pecho acaricié sus cabeza para calmarla.
-¿Qué haré Joe?
-Vive el ahora Isa, vive el presente, que es un regalo, por eso se llama presente- asintió y me abrazó con dulzura.
-Perdón por interrumpir- entró mi hermano con aires celosos. Los cuales no debería tener pues apenas la chica escuchó su voz salió corriendo para darle un gran beso.
-Adiós princesa- le besé la mejilla y salí por la puerta.
Vi el carro de Luciana parado afuera de la casa de los Williams, suspiré. Su

odio hacia el amor el gigante. Me he querido acercar a ella, pero esque a pesar de que estamos tan cerca, estamos tan lejos.
-Hey Joe- dijo a punto de subirse al carro.
-¿Qué tal Lucy?
-Bien, iré por unos pastelillos me acompañarías- ¡Bingo!
-Claro vamos- hablamos por todo el camino, Defense era al lado de Manhatan así que era cerca. Aparcó en una pastelería que yo ya conocía y claro ahí estaba este chico Liam, el mesero.
-Hola en que les puedo ayudar.
-Hola Liam, soy Luciana, la mejor amiga de Isabella.
-Ah claro, Isa me dijo que vendrías hoy- era un chico amable y dulce, pero se pasaba de dulce con Isabella. Fue por el pedido de los pastelillos.
-Se ven increíbles- sonrió Luciana.
-Espero que les gusten. ¿Nos conocíamos de antes?- me habló a mi.
-No formalmente, soy Joe, el mejor amigo de Isabella y hermano de su novio- Obviamente lo quice hacer con culpa, para ver si de una vez por todas dejaba de mirar a Isa por la manera correcta, solo como amigos. Me pasó la mano yo la apreté. Trago con cuidado cada palabra que le dije, que al parecer le quemaban la garganta. Soltó una sonrisa falsa.
Luciana me fulminó, bufó, lo abrazó, le dió las gracias y se fue a esperarme en el carro. Si quería 'conquistarla' no lo estaba haciendo para nada bien.
Me despedí de Liam con la mano y subí.
-Tu tienes una piedra en vez de un corazón- arrancó con rabia el carro.
-Lu, no lo hice para hacerlo sentir mal.
-El pobre no sabía de Nick.
-Ahora lo sabe, y la razones por las que lo hice son muy válidas.
-¿Ah si? Dime aunque sea una.
-No confío en el.
-Y volvemos a tu egoncentricidad.
-No me respondas con palabras difíciles.
-Ay Dios- dijo acompañada de un gran suspiro.
-No me gusta la forma en como mira a Isabella.
-¿Aunque sea te has parado ha ver la forma en como lo mira ella?
Y como siempre, las mujeres tenían la razón, Isa tiene dos ojos, y por la única persona por la que brillan es simplemente por mi hermano.
-Isabella solo tiene ojos para Nick.
-Exacto, genio, ahora has lastimado a Liam por no pensar ¡Felicitaciones!-
como siempre, nunca faltaba la ironía en sus frases.
Los siguientes 10 minutos fueron callados y aburridos. Mientras ella ponía un cambio, le tomé la mano. Esperé que la retirara pero llegamos a mi casa y mi mano estubo junto la suya todo el camino, me sentí despues de hace varios, me sentí bien.

[Narra Isabella]

¿Que si tenía algo planeado? No, no tenía nada planeado, no me podría dedicar toda mi vida al ballet, ya tengo 18 años, mis papás no están obligados a sostenerme ¿Que ***** haré?
-¿Puedo pasar?- habló una voz masculina, la música no me dejaba reconocerla, era imposible que fuera Nick, pues el acababa de salir de su casa, habíamos pasado toda la tarde juntos.
-Si pasa- Era mi papá, creí que venía solo, detrás venía mi mamá.
-Creo que sabes de que te venimos a hablar ¿Cierto cariño?- Era obvio, hace una semana salí a vacaciones de verano dando por terminado mi segundo semestre de cuatro.
-¿Te molestarías si supieras que enviamos algunos de tus curriculos a ciertas universidades?
-No me molestaría, de hecho estaba pensando en eso, hoy mismo.
-Has aplicado para algunas- dijo mi mamá sonriendo con los ojos cristalizados.
-Al punto por favor- estaban emocionandome. Me entregaron dos sobres de manila, miré el primero decía Yale, me puse muy feliz al verlo pero no puedo expresar eso que sentí cuando vi el escudo vinotinto de libros blancos. Las lagrimas comenzaron a correr de mis mejillas. Mis padres me abrazaron muy fuerte.
-Estamos muy muy orgullosos de ti- me dijo mi mamá.
-Y te apoyaremos en cualquiera que sea tu descisión cariño- agregó mi papá. Sonreí, sonreí. No podía creer que había aplicado para Harvard.
Me iría a estudiar una carrera, luego viajaría, ya comenzaba a ver el comienzo del camino, pero extrañamente en este no estaba mi amor, no estaba mi Nicholas.

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