domingo, 8 de abril de 2012

CAPÍTULO NÚMERO 40.

Face the truth
[Narra Luciana]

-El día de hoy es hermoso- dije tomando mantequilla para untarlo en mi tartina.
-Si lo está- Joe estaba recostado en un arból, yo tumbada a si lado, estabamos en un intento de picnick, era más una merienda. Mi cabeza reposaba suavemente en su hombro y nuestros tobillos estaban enlazados. Pedir más comodidad era un descaro. La Padera estaba tranquila, solo escuchabamos es sonido de un arroyo a lo lejos, uno que otro pajaro arriba de nosotros, todo estaba en perfecta calma.
Joe tomó mi mano con delicadeza jugando con cada uno de mis dedos.
-¿Haz pensado sobre el tema intocable?- Me puse recta y avancé mi trasero para poder verlo a la cara.
-Cada segundo- noté el tono de preocupación en mi voz- definitivamente el peor error de mi vida.
-No exageres, ni nos besamos, fue un roce nada más.
-Es lo suficiente para ser la peor persona del mundo.
-Ella me hizo lo mismo con mi hermano.
-Joe-lo fulminé pues ese tema era tema olvidado- ¿No lo haz superado?
-Luciana-esta vez me fulmiba el a mi- está olvidado.
-Nunca debí haber entrado contigo ahí.
-Mirame a los ojos y dime que no querías besarme.
-Joseph- grité y me paré con rabia, no claro que no quería besarlo, era el novio de mi mejor amiga, de mi hermana. Hey espera- lo escuché gritar detrás de mi. Tomó mi brazo con la fuerza necesaria para voltearme sin hacerme daño.
-Entonces dime que no me quieres besar ahora.- quedé petrificada al sentir su resparación en mis labios. Entreabrí los mios para pronunciar alguna palabra pero me quedé sin aliento alguno. En una milésima de segundo tomó mi cara con mi palma caliente y la llevó hasta sus labios, sentí una fusión de sentimientos en mi interior, un fuego que me llenaba de vida recorría mis venas, nuestros labios se disputaban, también mi cabeza y mi corazón, que despues de mucho tiempo lo oigo hablar.

[Narra Joe]

Sentí relamente mi corazón latir, sentía mis mejillas llenandose de calor, llenandose de amor hacia la mejor amiga de mi mejor amiga, que hace casi un año fue mi novia, pero se fue con mi hermano. Pudieron haber pasado las horas pero no me importaba, sentía lo que quizás algun día sentí, quizas más fuerte. Pero me sentía, despues de hace mucho tiempo, feliz.
-Joe- dijo con voz quebrada.
-Dime princesa- mordió su labio inferior indecisa, pero yo sabía perfectamente que pasaba por su cabeza.
-Creo que estoy pensando lo mismo que tu- dije acariciando su cabello.
-Hay que decirle a Isa, no soporto esto, te quiero pero habrá que decirselo.-Habló con esa fortaleza y con los pies bien puestos sobre la tierra. Le tomo lo mano, y no se niega porque sabe a dónde vamos.
Prendo en carro y me dirijo por la ruta más cerca del parque a la casa que encuentro. Al llegar, agradecimos que la casa estubiera sola, solo Isabella en la terraza con una pieza de Mozart que conoce más que a sí misma. Subimos las escaleras y esperamos en el marco de la puerta mientras la melodía acababa. Dió un giro de final y quedó mirando a nosotros.
-¿Que pasa chicos?, están más pálidos de Madonna.- dejo escapar una risa.
Luciana me miró insegura. Yo tomé su mano. Isabella lleva su mirada a nuestras manos y luego a nuestros rostros. Frunce el seño
-¿Que está pasando?, pues no los estoy entendiendo.
-Isa, digamos lo que digamos promete que no te enojaras- esputó Lú acercandose a ella con cuidado.
-¿Qué pasa?- repitió.
-Hace un año...-me miró mordiendo su labio, no podía continuar a si que la comencé a ayudar-El año anterior, cuando estabas en el hospital- hice una pausa- Yo estaba muy mal, necesitaba ayuda, verte devastada me devastaba aun más a mi, sentía que era mi culpa y simplem- me interrumpió.
-Al punto.
-Luciana y yo, nos besamos, fue una rozada de labios no un beso, peor esque ella me estaba dando un consejo, y todos estabamos desubicados y Isa ven- salió por la puerta con rabia y los ojos cristalizados. La perseguimos por las escaleras- Isabella- gritó Luci cuando la vió subirse a su carro.
-Para el carro- dijo de manera desesperada.
-La mejos manera no es huir, sal del carro.
-Quitense los dos de mi ***** carro.- abrimos los ojos bien grandes.
-Isabella, estás con rabia y estas llorando traquilizate y luego te vas, solo tranquilizate.- arrancó el carro, en un momento me puse al frente tapándole el camino pero sin miedo alguno comenzó a acelerar.

[Narra Isabella]

Sin miedo alguno aceleré, Joe me miró sorprendido pero no podía pedirme ningun tipo de respeto en este momento. Arraqué con la mayor fuerza, iba con mi trusa y mis baletas. No sabía para donde iba y tampoco sabía que era más fuerte, la descepción, la tristeza o la rabia. Iba muy rápido, solo pensaba que si un carro salía yo me atropellaría y moriría, estaba llorando mares. Creía unos brazos en donde acurrucarme, pero Nick,estaba comprando instrumentos y mis mejores amigos me habían engañado. Liam, cambié mi rumbo completamente y fui hasta la cafetería.

[Narra Luciana]

-Ahora en donde ***** está- dijo Joe, preocupado pero a la vez con cierta rabia.
-Quizás se fue a buscar a Nick, es lo más seguro, dios, no me perdonaría si algo le pasa, salió manejando en el peor estado.
-No le pasará nada.
-¿El día que viste que Nick y a Isabella besándose, de la rabia, tampoco pasó nada?- puso sus ojos en blanco, y recordó que en la misma situación, por el estado en el que manejaba, el se atropelló.
-Llama a Nicholas ya- dijo desesperado temiendo que algo pudiera pasar. Saqué mi celular temblando, un grito ahogado invadía mi garganta, las lágrimas me inundaban.
-Lu, no es el mejor momento llamame desp- lo interrumpí.
-Nicholas, hay que buscar a Isabella, arrancó en el carro y tememos que algo le pueda pasar- hablé rápido y entre cortado.
-Luciana, espera, tranquilizate, dime que está pasando.
-No, no, no me tranquilizo, Isabella puede estar en cualquier parte cometiendo un gran error, salió en el carro, en el mismo estado en el que Joe estrelló el carro la última vez.- No escuché respuesta, solo un carro encendiendose, Nick había salido en su búsqueda.

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